jueves, agosto 19, 2004



Abrí la puerta para que se marche la depresión y entre la luz a mi vida, y ahí la llevo. Ya me siento mucho mejor, lloré mucho aunque no se me acabaron las lágrimas, todavía me quedan unas cuantas para cuando vea esas películas que me hacer llorar cada que las veo aunque sea la enésima ves que lo hago, o para cuando veo sonreí a un niño y me da ternura, tanta que se me sale una lagrimita, en fin oportunidades para derramarlas no me faltaran, pero eso sí ya no por más depresiones, ya estuvo bien de todo eso.
Ahora me voy preparando para mi fin de semana que estará bastante movido, y que espero que todo salga como quiero. Y si no, pues no-pasa nada, la vida sigue y veo muchas sonrisas por ahí que me hacen feliz, principalmente la de mi retoño que ayer sin saber me dio el mejor abrazo de todos, justo cuando lo necesitaba, él fue quien con su abrazo me dijo que abriera la puerta y de inmediato lo hice. Claro que todo lo que pensé y que decidí en ese estado depresivo sigue en pie, voy a poner las cosas y las personas en el lugar que le corresponde a cada una.
Me voy a llevar la vida más tranquila con más tiempo para mi y mi retoño. He decidido volver a pintar, que aunque no lo hago nada bien me relaja mucho y también regresar a mis clases de Golf, eso también me relaja mucho y ya quiero sentir el "pop" cuando le pegue a la pelotita, y pues tiempo también para mis fotos, para tomarlas y aprender más, estoy viendo la posibilidad de tomar un taller de retrato, o desnudo, si alguien sabe de algo avísenme, se los agradeceré mucho.
Ay, que bonito se siente estar tranquila y ver todo de otro color, no de color de rosa, yo más bien diría que azul cielo.

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