martes, septiembre 30, 2003

Siempre he pensado que si mi vida fuera una película, sería un musical.
La música me hace sentir tantas cosas, me hace “viajar”. Me lleva desde la nostalgia de recordar alguna época o alguna persona, hasta la emoción de imaginar lo que podría llegar.
Con la música me hago mis historias, algunas reales y otras ficticias.
La disfruto tanto que me es difícil de explicarlo, solo puedo decir que es como si una corriente eléctrica me recorriera la piel, y se metiera por los poros para llegar a lo más profundo de mi ser, llenándome, colmándome con cada nota, con cada sonido, con cada vibración. Esa sensación se queda ahí por algunos minutos, y yo me abandono a ella, disfrutándola, cerrando los ojos, sin que nada más me importe, sintiendo como corre por mis venas, como recorre cada espacio de mí, dejando que se forme ese torbellino de emociones en mi pecho, a veces difícil controlar, más bien prefiero no hacerlo. Me gusta más que el me domine, me dejo llevar, sentir lo que venga, lo que la música me diga.
Ella es mi cómplice en los momentos más felices, en los más tristes y sobre todo en los momentos más inquietantes.

lunes, septiembre 29, 2003

Esto de ser mamá si que es un reto, ahora entiendo a mi mamá cuando yo tenía la edad que mi hijo tiene ahora, y eso que yo era mujer y bastante tranquila, pero la verdad si renegaba (como ella decía) por cualquier cosa, y en el momento que ella menos esperaba, pobre de mi madre, yo creo que de sus tres hijas yo fui la que le dio más dolores de cabeza.

Siempre he pensado que existen dos clases de padres: los que siguen el ejemplo de los suyos, sus mismas reglas y costumbres, aunque con algunas adapataciones; y los que son como les hubiera gustado que fueran sus padres, en este último grupo me incluyo.

Mi hijo tiene 15 años, y es mi adoración, por lo mismo mi perdición.
Antes que su mamá pretendo ser su amiga, y yo creo que lo he logrado. Me parece que los dos somos amigos, yo le cuento mis cosas y el me cuenta las suyas, se que nos guardamos algunos secretillos, pero ¿quién no lo hace?

A mi me hubiera gustado que mi mamá fuera mi amiga, que me explicara todo lo que yo quería saber, todo lo que debía saber, la verdad si era yo muy tonta y creo que con un poco más de información hubiera salido bien librada de unas cuantas situaciones. Pero ella no sabía como hacerlo, aún ahora le cuesta mucho trabajo hablar de ciertos temas.

Por eso yo intento ser más abierta con mi hijo, tocamos todos los temas y aunque debo confesar que con algunos me siento un poco incomoda, nunca le sacó la vuelta a ninguno. Disfruto mucho esas platicas donde el me da su punto de vista y yo le doy el mío, en algunas ocasiones no coincidimos, pero en otras si. Eso si, siempre respetamos la opinión del otro, sabemos que somos diferentes personas, de diferentes sexo y que pertenecemos a distintas generaciones, además somos mamá e hijo, así que sería un milagro que estuviéramos de acuerdo en todo, además ¡sería muy aburrido!

Para mi es importante que él sea él, no como su mamá quiere, o como la familia dice que debe ser. Siempre le he dicho que me da gusto saber que él quiera ser único, que no pretende ser como nadie más, que no quiere ser una copia, sino un original. No me arrepiento, pero esto me ha sacado una cuantas canas, definitivamente es como quiere ser por lo tanto no le importa la opinión de su mamá, solo hace como que le importa para cumplir con los requisitos de la relación madre-hijo, pero sabe que siempre se sale con la suya.

¿que puedo hacer?, ¡él es hombre de mi vida!

Pepe, te quiero mucho.

jueves, septiembre 25, 2003

ayer recordé a nuestro angelito, la pequeña Andrea.
corazoncito, ¡si yo te extraño!, ¿como no te extrañaran tus papis y tu hermanita?
recordé como se chupaba sus deditos y como se enojaba cada vez que intentábamos sacárselos de la boquita, ella se resistía y hacia fuerza para mantenerlos dentro de su boca, nos veía y hacía gesto de disgusto. También recordé su sonrisa, sus ojos y sus piecitos gorditos y blancos, sus manitas, su voz?...no tuvimos la dicha de conocerla, se nos fue antes de que pudiéramos escucharla.
quisiera volver a sentir como se acurrucaba cuando la cargaba haciéndose como una bolita contra mi pecho, sintiendo su respiración cerca de mi cara, sentir los latidos de su corazoncito y verla a los ojos, esos ojos tan grandes y hermosos.
la extraño, la sueño y daría lo que fuera porque estuviera con nosotros.
chiquita, nunca te voy a olvidar.
te quiero mucho.

miércoles, septiembre 24, 2003

¿por qué?, algunas canciones nos recuerdan personas que no queremos recordar.
¿qué hago?, ¿le cambio de estación?
pero, ¡la canción me gusta!
seguiré escuchándola, tratando de no sentir, de no recordar...de no llorar.
y después de eso, sé, que seré más fuerte.

el email más corto que he recibido en mi vida (y creo que será difícil de superarlo) fue cortesía de mi amigo David, el mensaje decía: “sale bye”

martes, septiembre 23, 2003

esto de los días lluviosos llega a ser un poco desesperante, no puedes hacer tantas cosas como quisieras y para colmo a veces llega a deprimirte. Para curarme la depresión ayer me lance a San Agustín en busca de unas botas rojas. Si ¡rojas! El año pasado vi unas en el Mall de Laredo y no las compré, lo pensé mucho (extraño, pero lo hice) y finalmente decidí no comprarlas, pero cuando llegue a Monterrey me arrepentí, es que estaban bien chidas. Así que me pasé todo el invierno lamentándome por no haber comprado esas botas.
Con esto de la llegada del otoño comencé hacer un recuento de lo que necesitaba y recordé, aquellas botas, ya sabía que difícilmente iba a encontrar unas iguales, pero no hay peor lucha que la que no se hace, así que saliendo de la oficina me fui directito a Plaza Fiesta a recorrer las zapaterías y después de un buen rato encontré unas, no son iguales que aquellas pero me gustan y además son más baratas, entonces como desaprovechar la oportunidad, así que ya tengo mis botas rojas.
Si el clima sigue como hasta hoy, muy seguramente podré estrenarlas muy pronto.

lunes, septiembre 22, 2003

Veamos si esto ya quedó.

la "ñ" es la letra más traviesa del alfabeto, ¡al menos conmigo!
pero de cualquier forma la quiero (jajaja)

Esta es una de mis canciones favoritas

COINCIDIR

Soy vecino de este mundo por un rato,
y hoy coincide que también tu estás aquí
coincidencias tan extrañas de la vida,
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.
Si navego con la mente los espacios,
o si quiero a mis ancestros retornar,
agobiado me detengo y no imagino,
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.
Si en la noche me entretengo en las estrellas,
y capturo lo que empieza a florecer,
la sostengo entre mis manos, mas me alarma
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.
Si la vida se sostiene por instantes,
y un instante es el momento de existir,
si tu vida es otro instante, no comprendo
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio...
y coincidir.

Gracias a todos los que han coincidido en mi espacio y en mi tiempo.

viernes, septiembre 19, 2003

gracias Daniel, por tu ayuda y por tus letras.
te quiero.

¿Por qué escribir un blog?

La verdad no sé, tal vez la razón sea que de leer tantos dan ganas, y pues ¿por qué no intentarlo?
¿Qué puede pasar?, ¡que nadie me lea!, no lo creo siempre habrá un despistado o curioso como yo que quiera saber que onda con esto, y si no, pues ya les pediré a mis amigos que me lean, para eso son los amigos, no solo para la parranda, ¿o me equivoco?

Comenzaré escribiendo un poco de mi.
Soy una mujer como todas, complicada y difí­cil de entender por los hombres, si de esas que cuando están es sus días lloran por todo y se enojan por nada. Una mujer hecha y yo diría que derecha, aunque tal vez algunos no piensen lo mismo.

Como buena nativa del signo de piscis, soy romántica, idealista, soñadora y cariñosa. Pero también soy desorganizada, impaciente, llorona, y algunas veces caprichosa.

Soy la mayor de tres hermanas y madre de un hijo adolescente que me da para contar muchas historias.

Trabajo en el negocio de mi familia, para ser más exactos de mi papá, ya se que muchos pensaran ¡que padre!, pues a veces ni tan padre, pero ya les contaré más delante de mis peripecias en esto de los negocios familiares.

Mi vicio más grande son las compras, compro de todo, hasta lo que no necesito (¿alguien vende algo?) y de mis maní­as pues tengo dos muy características de mí dicen quienes me conocen, la primera es ponerme crema en las manos cada 10 minutos, y la segunda que siempre que me visto debo de combinar todo lo que llevo puesto, sí ¡TODO!
Ah! olvidaba algo, soy adicta a los zapatos.

¿Mi edad?, hagan cuentas cuando mi hijo nació yo tení­a 18, ahora ©tiene 15.
No me molestan los años que tengo, no los oculto ni me averguenzo, gracias a ellos soy la persona que soy, y si no los tuviera, lo más seguro es que ahora estarí­a tres metros bajo tierra o tal vez nunca habrí­a nacido. Lo que significa que no habrí­a vivido todo lo que he vivido, y ustedes no tendrían la fortuna de leer esto (jajaja), así que agradezco estos 33 años de experiencias buenas, malas y una que otra sorpresita que la vida me ha dado.

En mis ratos libres le dedico un poco de tiempo a a una de mis grandes pasiones, la FOTOGRAFIA. Aclaro, no soy fotógrafa, solo me gusta la fotografía.

Finalmente debo aclarar que no soy escritora y que jamás he sido muy buena para redactar. Así­ que les pido por favor sean buenos y pacientes conmigo, se que encontraran muchos errores de redacción, gramática, ortografí­a y demás materias que cuando estaba en la escuela no valoré y ahora necesito, pero les prometo aplicarme para hacer las cosas como se deben.

Gracias por leerme y espero que no sea la última vez.

jueves, septiembre 18, 2003

finalmente y después de mucho pensarlo me decidí­, y ¡aquí­ estoy!

esta lloviendo, la lluvia me inspira, mañana escribiré algo.