lunes, septiembre 29, 2003

Esto de ser mamá si que es un reto, ahora entiendo a mi mamá cuando yo tenía la edad que mi hijo tiene ahora, y eso que yo era mujer y bastante tranquila, pero la verdad si renegaba (como ella decía) por cualquier cosa, y en el momento que ella menos esperaba, pobre de mi madre, yo creo que de sus tres hijas yo fui la que le dio más dolores de cabeza.

Siempre he pensado que existen dos clases de padres: los que siguen el ejemplo de los suyos, sus mismas reglas y costumbres, aunque con algunas adapataciones; y los que son como les hubiera gustado que fueran sus padres, en este último grupo me incluyo.

Mi hijo tiene 15 años, y es mi adoración, por lo mismo mi perdición.
Antes que su mamá pretendo ser su amiga, y yo creo que lo he logrado. Me parece que los dos somos amigos, yo le cuento mis cosas y el me cuenta las suyas, se que nos guardamos algunos secretillos, pero ¿quién no lo hace?

A mi me hubiera gustado que mi mamá fuera mi amiga, que me explicara todo lo que yo quería saber, todo lo que debía saber, la verdad si era yo muy tonta y creo que con un poco más de información hubiera salido bien librada de unas cuantas situaciones. Pero ella no sabía como hacerlo, aún ahora le cuesta mucho trabajo hablar de ciertos temas.

Por eso yo intento ser más abierta con mi hijo, tocamos todos los temas y aunque debo confesar que con algunos me siento un poco incomoda, nunca le sacó la vuelta a ninguno. Disfruto mucho esas platicas donde el me da su punto de vista y yo le doy el mío, en algunas ocasiones no coincidimos, pero en otras si. Eso si, siempre respetamos la opinión del otro, sabemos que somos diferentes personas, de diferentes sexo y que pertenecemos a distintas generaciones, además somos mamá e hijo, así que sería un milagro que estuviéramos de acuerdo en todo, además ¡sería muy aburrido!

Para mi es importante que él sea él, no como su mamá quiere, o como la familia dice que debe ser. Siempre le he dicho que me da gusto saber que él quiera ser único, que no pretende ser como nadie más, que no quiere ser una copia, sino un original. No me arrepiento, pero esto me ha sacado una cuantas canas, definitivamente es como quiere ser por lo tanto no le importa la opinión de su mamá, solo hace como que le importa para cumplir con los requisitos de la relación madre-hijo, pero sabe que siempre se sale con la suya.

¿que puedo hacer?, ¡él es hombre de mi vida!

Pepe, te quiero mucho.

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