A veces me pongo a pensar en la muerte.
Qué pasara cuando yo muera?, me extrañará alguien?, me sentiré sola en donde este?, y si no me gusta el lugar a donde voy?, puedo hacer una negociación desde aquí para asegurar que mi lugar sea de los mejores?, podré escuchar mi música?, de que color debo vestirme?, qué flores me llevaran?, las que me gustan o las más baratas?, cuantas personas irán a mi funeral?, y si me da miedo, qué voy hacer?
No tengo miedo de morir, tengo miedo de sentirme sola, o es lo mismo?
Muchas veces he tratado de imaginar como será estar muerto, muchos dicen que es como dormir, y si es así pues no sentiré nada, ni estaré en ningún lugar. Otros dicen que vas a un lugar y que ese lugar depende de cómo haya sido tu comportamiento en el mundo, yo creo que he sido una buena persona y entonces no creo que tenga mucho de que preocuparme, pero nadie me puede garantizar nada.
A mi me gustaría que fuera como en la película “What Dreams May Come” en donde cada uno elige su paraíso y su forma.
Cómo sería mi paraíso? (estoy contando con que mis buenas obras me llevaran ahí), sería un bosque verde, muy verde, con grandes árboles y una alfombra de pasto verde, suave y húmedo, con una gran cascada en donde la caída de agua sonara como música, el aire lleno de perfume, flores de mil colores y muchas mariposas revoloteando por todo lados, siempre sería de día con un sol brillante y una que otra nube de forma extraña. Yo vestiría de blanco, con una especie de túnica atada a la cintura con un lazo de satín rosa, los pies descalzos, el cabello largo hasta la cintura con unos coquetos rizos rubios (así era mi cabello de niña), no me preocuparía por despeinarme porque ahí el viento, aunque un poco travieso, es suave y considerado con mi cabello. Ese sería mi lugar, mi paraíso, mi santuario.
Me gusta imaginarme ese lugar, pero la verdad es que no sé ha donde iré a parar cuando ya no este aquí, así que prefiero seguir disfrutando de la vida y cuando quiero ir a ese lugar que solo existe en mi imaginación, pongo mi música, cierro los ojos y me dejo llevar.

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