Anoche no podía dormir y me puse a pensar en muchas cosas, trate de imaginarme como sería ahora mi vida si no hubiera tomado la decisión de divorciarme. Pensé, ¿qué estaría haciendo en este momento? , ¿me sentiría feliz?, ¿completa?, pensé muchas cosas y llegue una vez más a la conclusión de que fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, una decisión dura y difícil pero necesaria.
Al principio tenía miedo, y me sentía muy extraña cuando la gente me preguntaba por mi marido, eso de dar explicaciones de mi vida nunca me ha gustado y mucho menos entonces, porque todo el mundo te hace una serie de preguntas para después terminar con la frase “pero si se veía tan bueno”, “hacían una linda pareja”. No digo que fuera una mala persona, tenía su carácter como todo le mundo y también sus buenos momentos, pero los últimos meses fueron muy desgastantes.
Recuerdo que con ese miedo de sentirme una mujer divorciada, también me llego una especie de paz, de tranquilidad y fue justo lo que pensé anoche, tal vez me sentiría nerviosa, tensa. Cómo me molestaba sentirme así, recuerdo que hasta al pobre de mi niño se ponía nervioso con mis nervios , pero ahora me siento tan relajada, tan tranquila, claro que tengo problemas como todos, preocupaciones y sobre todo más responsabilidades que antes porque ahora yo soy mamá y papá de mi hijo, pero eso no importa con tal de llegar a casa y sentirme completamente tranquila y de poder hacer las cosas que me gustan, como mis fotografías y en un tiempo la pintura, escribir aquí y viajar de vez en cuando, conocer gente y salir con mis amigos, y sobre todo ¡sentirme una mujer completa!