martes, noviembre 04, 2003

Estoy de vuelta, y vengo feliz!
Guanajuato es una ciudad que siempre me ha gustado mucho, mi papá me enseño a disfrutarla, y siempre he dicho que mis últimos años los quiero vivir ahí. Pero ir en el Festival Cervantino no es la mejor manera de disfrutarla, es un mundo de gente, todos amontonados en las mismas calles y haciendo nada más que tomar y gritar. Me pregunto cuantas de esas personas habrán asistido a alguno de los eventos culturales que son el verdadero objetivo del FIC.
Personalmente, más que al Festival, iba a al concierto de Chavela Vargas, y no me arrepiento de haber recorrido tantos kilómetros por carretera para eso, porque valió la pena. Verla en el escenario y escuchar su voz me puso la piel “chinita”, todavía de acordarme me la pone así, alguien me pregunto “¿qué tiene Chavela en esa voz capaz de hacernos olvidar del mundo?”, yo le respondí SENTIMIENTO. Y sí, es sentimiento, puro sentimiento. Es impresionante ver todo el sentimiento que le pone a cada canción y como lo trasmite al público, a nosotros que estamos ahí frente a ella escuchando su voz en cada una de esas canciones. No tengo palabras para describir la emoción que me causo estar en ese lugar, escuchar su voz, sus canciones. Todo fue maravilloso, hasta el cielo y la luna fueron cómplices del escenario para que todo luciera perfecto. La mejor forma de cerrar su conceirto, interprentando La llorona, casi me pongo a llorar cuando la escuche cantando esta canción, tantas veces que la he eschuchado y jamás pense que algun día la escucharía en vivo, puedo decir que este es el concierto que más he disfrutado en mi vida.

"Todos me dicen el Negro Llorona,
Negro pero cariñoso.
Todos me dicen el Negro Llorona,
Negro pero cariñoso"

Yo soy como el chile verde Llorona,
picante pero sabroso..."

No hay comentarios.: