Quienes me conocen saben lo mucho que me gustan las mariposas. Me gustan tanto que las llevo tatuadas en mi piel.
Para mi simbolizan la libertad y la belleza.
Son pequeñas y frágiles, pero aún así recorren miles de kilómetros para llegar a su santuario, no importa todos los obstáculos que encuentren en el camino, ni saber que no llegaran, ellas siguen su camino hasta el fin, son valientes.
Tiene hermosas alas de colores, son bellas, algunas más y otras menos, son coquetas cuando revolotean sus alas moviéndolas con gracia y esplendor.
Me gustan las mariposas, ¿desde cuando?, la verdad no lo recuerdo, pero me gustan, me gustan mucho.
Mi colección solo incluye dos mariposas, una de hermosos colores y otra que aunque no tiene colores y es más pequeña es más coqueta que la primera. Las dos están en mi, en mi espalda una mas arriba que la otra, las dos se quedarán ahí por siempre como símbolo de mi libertad, recordándome que aunque a veces me sienta frágil debo ser valiente.