viernes, octubre 17, 2003

Como ya lo había dicho antes soy muy sentimental, lloro por todo y a veces por nada, y la mayor parte de las veces cuando escribo para el blog es el sentimiento el que guía mis dedos por el teclado, les debo confesar que he derramado alguna lágrima mientras escribía un post y otras cuantas a leerlos, aunque también he compartido sonrisas con las letras y el monitor.
Me gusta ser así, me gusta dejarme llevar por lo que siento, es parte de mi personalidad y no pienso cambiarlo, no creo que le afecte a nadie. Además lo disfruto mucho, me gusta verme sorprendida por la sonrisa de un niño travieso y ser su cómplice en la travesura, o la sonrisa de una anciano enmarcada por sus arrugas, a veces trato de imaginar cuantas historias podrían contar esas arrugas, imagino que cada una tendrá su propia historia, algunas tristes otras felices. Y que decir de las miradas, estas son mis favoritas, sobre todo las de los niños. Me gusta ver sus ojos picaros mientras juegan, sus miradas retadoras cuando alguien los regaña injustamente, y sus miradas llenas de ternura cuando reciben consuelo después de un regaño.
Yo sé que para algunas personas esto es muy extraño, pero los invito a que en un momento se detengan y vean a la gente que esta a su alrededor, que vean sus ojos, su sonrisa, traten de imaginar su historia, les aseguro que con el tiempo aprenderán a disfrutarlo.

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