martes, diciembre 02, 2003

La Navidad llegó a mi casa. Ayer comencé con la decoración navideña de mi “hogar dulce hogar”.Todo comenzó desde el domingo que fui a comprar el árbol a la Feria del Pino, me sentí un poco extraña porque todos iban en familia o ya mínimo en pareja y pues ahí estaba yo sola eligiendo un pino entre todos los que había. Fue un relajo para escogerlo porque como mi casa no es muy alta y además no tengo un espacio muy grande pues no podía ser muy alto ni muy frondoso. Ahhhhh! pero ella quería uno que estuviera muy padre y ahí me tienen con la cinta de medir que si este es muy alto, que muy ancho, que esta medio despeinado, que lo quiero más verde y ya cuando finalmente me decidí por uno, que llega un tipo y se lo lleva, ¡¡¡Nooo mi pino!!!!, hubo una pequeña discusión entre un vendedor y otro y me ofrecieron buscar otro pino y darme un súper descuento de $50, así que a empezar otra vez y como no me gustaba ninguno de los que tenían ahí, pues comenzaron a sacar de los que tenían todavía empacados hasta que encontraron el que me gustaba, y pues ahora si a llevarlo al carro. Ya que estaba ahí, decidí compra unas noche buenas para la entrada de mi casa, y otras cosas que me hacían falta.
Ya de regreso en la casa, el problema fue como bajar yo sola el pino del carro. Yo esperaba encontrar en al casa a mi retoño y sus amigos, pero no estaban así que tuve que ir a pedir la ayuda de un vecino, claro con la previa autorización de su señora esposa. Lo bajamos y lo puse en el lugar en el que iba pero como ya era muy tarde decidí que mejor lo arreglaba al día siguiente y ahí se quedo solito esperando a que fuera lunes para que le colgara sus cositas.
Ya el lunes me fui de la oficina derechito a mi casa, como niña con juguete nuevo porque ya me andaba por arreglar el árbol y verlo con sus foquitos y todo eso. Nomas llegando y que dejo todos mi tiliches ahí en la entrada y directito al árbol. Primero tuve que hacer unos movimientos en los muebles de la casa para hacerle un espacio. Ya que tenía su lugar designado, ahora si a colgarle las lucecitas y los adornitos. Ahí estoy yo haciendo malabares subida en un banco para alcanzar la punta del árbol y enredada entre las extensiones de luces. Cada vez que le ponía algo me alejaba para ver como iba, me acorde de cuando pintaba y hacía lo mismo, bueno eso de poner un árbol de navidad también es todo un arte. Pero no se por qué siempre me pasa lo mismo, nunca completo con las luces y los adornos y me quede como a tres cuartos de pino, así que ahí se quedo el pobrecito esperando al día de hoy que llegue a completarle su vestido.
Por lo pronto como va, me va gustando, yo creo que va a quedar muy bonito.

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