viernes, diciembre 19, 2003

Como ya lo había dicho, las mascotas en mi casa siempre tienen un trágico final , y así paso con el pobrecito de Flema. Se murió.
Mi querido retoño tuvo un pequeño descuido, se olvido de darles de comer por unos días y el que la llevo fue el pobre de Flema, que yo creo tenía menos reservas que Gargajo, o no sé!, pero el caso es que él se murió y el otro sigue ahí. Pero eso no es lo peor de todo, lo más feo es que ya que Flema estaba muerto el otro se lo empezó a comer, era una escena muy fea. Sí se preguntan como pude ver esto, pues les contaré que no lo vi en vivo sino por el fotorreportaje que mi querido retoño se atrevió hacer sobre eso, en serio que no deja de sorprenderme como se le ocurre e tomar fotografías de esto y andarlas enseñando a todo el mundo, a mi me dan asco y además me dan cosilla porque me acuerdo del pobre animal ya me empezaba a caer bien.
Para que Gargajo no se sienta solo ya le compró un compañero, este es como güerito, pero aun no tiene nombre. Yo me pregunto cuanto durará este pobrecito animal.
Si yo fuera un ratón, perro, lagartija o cualquiera de esos animalitos que a mi retoño le gustan, el último lugar en el que quisiera estar es mi casa.

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