lunes, julio 19, 2004

Eso de ser coqueta se me da hasta para la cama. No, no me refiero a eso que están pensando, bueno también!, pero ahora no voy a escribir sobre eso, sino sobre mi recamara en especial mi cama.  Desde la semana pasada se me metió a la cabeza la idea de cambiar digamos la decoración de la recamara, pero como no puedo cambiar la distribución de los muebles porque el espacio es muy pequeño, lo único que me quedo por hacer fue cambiar el edredón de la cama, así que haya voy a de compras y pues como eso no me gusta mucho (jijiji) me pasé un buen rato viendo las diferentes opciones. Me decidí por una colcha de hilo en lugar de el edredón por aquello del calor, y pues ya aprovechando que andaba en esas también me traje unos cojines, almohadones y un par de tapetes, claro que me fije muy bien que todo hiciera juego y se viera muy coqueto. Y ahí vengo yo por el centro comercial con todo eso cargado, parecía Santa Claus en pleno verano, pero ni así me pude resistir a la tentación de llegar por unas velas aromáticas también para la recamara, claro que el color de las velas tenían que hacer juego con la nueva colcha y todo lo demás, y pues ahí estoy yo en esa tienda donde venden  velas, portarretratos y otras cosas, y donde apenas si te puedes mover, yo con todo mi cargamento sin dejar pasar a nadie viendo y oliendo velas para ver con cual que quedaba, finalmente me decidí y me traje unas cuantas con aroma a cítricos con su basecita y todo. Y ahí vengo feliz, feliz, caminando con todas mis cosas por el centro comercial ya para salir al estacionamiento, y que suena el celular. Que risa yo con todo y tratando de sacar el celular de la bolsa, y ya cuando lo tenía que se me cae al suelo, y haya va a dar el celular por un lado y la batería por otro, según yo muy despistadamente los levante los eche a la bolsa y seguí caminando haciendo como que nada pasó. Llego al estacionamiento y ahora a sacar las llaves de la bolsa, dejo todo en el piso mientras las busco y ahora si a meter todo a la cajuela del carro. Ya que estaba dentro del carro busco celular en la bolsa y la batería para ponérsela, pero no la encuentro, ya me estaba lamentando cuando alguien me toca por la ventana del carro y me muestra la batería de mi cel, sentí un alivio y luego una pena... pero lo bueno fue que recupere la batería y que encontré todo lo que necesitaba para mi cama.

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