jueves, julio 22, 2004

César es uno de mis mejores amigos, a él lo conocí en la escuela de fotografía y fue quien me llevo por primera vez al Antrópolis, con él he compartido muchas cosas. Los dos hemos compartido muchas cosas, sentimientos, pensamientos, viajes, ratos de diversión y situaciones no muy agradables. Él tiene la magia de hacer posible que le abra mi corazón y mi pensamiento como a pocos, a veces no me dice nada solo me escucha,  sé que es porque no esta de acuerdo pero no lo quiere decir, tal vez porque sabe que en ese momento no lo voy a entender. Pero siempre, tarde o temprano me dice las cosas como son, como él las ve, yo acepto su punto de vista y le doy el mío, me quedo con lo mejor de ambos y así tengo una mejor visión de la situación. Lo que más nos acerco fue una situación triste en su familia, recuerdo que yo quería hacer algo por él pero no podía, no sabía que hacer. Entonces me acerque le di un abrazo y le dije: no importa la hora, estoy contigo cuando me necesites, él me dio las gracias y dentro de todo su dolor una sonrisa. Creo que ese fue el momento en que se formo un nudo en ese lazo que nos unía. Un nudo fuerte, sólido, para siempre.

 


No hay comentarios.: