Por fin logré atrapar el sueño, y que sueño!!! No solo logre descansar sino que además me dejó un recuerdo. El recuerdo es justamente un sueño que tuve, un hermoso sueño, de esos que tanto me gustan y que hacía mucho tiempo no tenía.
En mi sueño estaba yo en una playa de arena dorada, sentía como los rayos del sol acariciaban mi piel y la calentaban, hacía un viento suave pero travieso que jugaba con mi cabello y con mi vestido. Llevaba puesto un vestido blanco de una tela fresca y ligera, estaba descalza así podía sentir como mis pies se hundían en la arena y como la espuma de las olas del mar los cubría y les dejaba pequeños granitos de sal que después yo intentaba quitar con la punta de mis dedos. Yo jugaba con las olas y dejaba que mojaran mi vestido, me sentía feliz y con una gran tranquilidad. Cuando estaba dentro del mar, volteaba hacía la playa como si alguien estuviera ahí viéndome, esperando que terminara mi juego con el mar, tal vez estaba acompañada pero nunca vi quien era ni estoy segura de que así fuera, solo recuerdo que volteaba hacia la playa y sonreía. Cuando salí del mar con el vestido empapado y pegado al cuerpo, me tire en la arena y me quede ahí acosada mirando al cielo y dejando que el sol secara mi vestido, veía las nubes de formas extrañas y escuchaba el mar, dejaba que el sol me acariciara y me sentí arrullada, con ganas de dormir. Pero quería seguir disfrutando de todo eso y me resistí al sueño, así que me levante y me quedé sentada en la orilla de la playa, viendo el ir y venir de las olas y dejando que ellas jugaran con mis pies. De repente escuche una voz que me llamaba, pero no logre identificarla, voltee emocionada pensando que era quien yo esperaba, y justo en ese momento, me desperté.
Así que no sé quien estaba en mi sueño, y aunque me quede con la curiosidad creo que es mejor, porque así ahora que estoy despierta me puedo imaginar que si era quien yo quería.