viernes, febrero 13, 2004

Y los sueños extraños siguen, bueno extraños porque todos son cosas revueltas de lugares y personas. Anoche tuve un sueño intranquilo, no por lo que soñaba sino por la nariz tapada y los escalofríos que me daban de repente, me desperté varias veces porque no podía respirar y cada vez que me dormía era un sueño diferente. No recuerdo el orden ni exactamente lo que soñé, pero en uno de mis sueños iba yo recorriendo el malecón de esa ciudad que me encanta que es La Habana, iba yo con un amigo e íbamos platicando de cosas sin importancia, mientras caminábamos a lo largo del malecón, el sol nos iluminaba y las olas que se rompían nos mojaban, nosotros seguíamos caminando empapados pero sin importarnos eso, solo disfrutábamos la charla, el sol y el agua salada, después llegamos a un lugar donde los niños jugaban retando a las olas y nos quedamos ahí viéndolos jugar hasta que nos invitaron a jugar con ellos, jugamos un buen rato y nos divertíamos como niños. Después nos quedamos sentados en un lugar donde las olas no llegaban para dejar que la ropa se nos secara con el sol y ahí estuvimos otro largo rato conversando, riendo y soñando. Creo que aquí me desperté porque ya no recuerdo nada, pero me gustaría saber que pasó después, aunque pensándolo bien de esta forma yo le puedo poner el final que quiera.

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