Ayer fue mi cumpleaños y me lo pase muy bien. Recibí llamadas de felicitación de muchos de amigos y familiares, algunos me cantaron las mañanitas, otros me regalaron piropos y muchas muchas felicidades. La primera felicitación la recibí pasditas las 12:00AM, las siguientes ya por la mañana y la tarde. De todas las llamadas me sorprendió mucho la de una amiguita que hace mucho tiempo que no veo y que por lo tanto no esperaba que me llamará, lo más sorprendente de todo es que yo tenía algunos días recordándola y queriendo llamarla, pero había perdido su número, así que su llamada fue un gran regalo.
La mañana me la pasé trabajando o intentando trabajar mientras recibía las llamadas de felicitación y veía un libro de decoración de interiores que me regalaron.
Al medio día fui a comer con mi familia a la casa de mi abuelita que siempre me consiente y este día me hizo de comer algo muy rico, tal vez para todos sea algo muy simple y piensen que era mejor ir a comer a un restaurante, pero para mi no. La comida de mi abuelita siempre me ha gustado, tiene un sazón exquisito y además me consiente con mis platillos favoritos. Así que como ahora era miércoles de ceniza me preparo algunos de mi paltillos favoritos de cuaresma. Para comenzar unos deliciosos orejones de calabaza, y después un rico pipián con tortitas de camarón y nopalitos, arroz y frijoles directitos del jarro. Todo estaba delicioso. De postre pastel de queso con fresas.
En la tarde regrese a trabajar otro rato a la oficina (y a echarle otro ojito al libro) y después me fui a mi casita a descansar un ratito y prepararme para irme al estadio al juego de los Tigres. Como a las 7:30 paso un amigo por mi para irnos al juego, llegamos al estadio y se sentía un poco de frío pero una vez que comenzó el juego con la emoción se me olvido y más cuando los goles comenzaron a caer, qué mejor forma de celebrar mi cumpleaños que gritando ¡¡¡GOOOOOOOLLL!!!