miércoles, marzo 10, 2004

Me parte el alma ver como se le llenan de lágrimas los ojos a m papá mientras hablamos sobre lo que pasó, y como hace un gran esfuerzo porque no se note, no me gusta verlo así. No me gusta ver llorar a nadie. Yo también tengo un nudo en la garganta y siento las lágrimas a punto de asomarse, pero intento hacerme la fuerte, no puedo permitirme ser débil ahora que siento que el necesita mi apoyo. Aquí todos parecen ausentes, hacen sus cosas, pero es como si no estuvieran aquí. Solo hablan lo indispensable, solo se escucha el ruido de un taladro, de una segueta y del teclado mientras escribo esto.
Son tantas cosas que debemos arreglar, es todo un problema.
No he comido nada en todo el día, fui a casa de mi mamá a comer pero todo se quedo en el plato, no puedo probar nada, apenas si me tome unos tragos de agua, siento una sensación de vacío en el estómago, pero cuando le cae algo comienzo a sentir nauseas. Es extraño, no pensé que fuera a sentir tanto esto, no era mi amigo, pero era mi compañero, lo veía todos los días, discutimos muchas veces, pero también muchas veces nos reímos, a veces me contaba sus problemas, lo que pasaba en su casa o sus plantes a futuro, un futuro que ya no será.

No hay comentarios.: