Ayer domingo fue día de familia. Como mi hermana y su familia que viven en Tampico están aquí mi papá decidió que pasáramos un día en familia en la Quinta y pues haya vamos todos, bueno casi todos porque mi hermana la más pequeña no pudo acompañarnos, por poco y mi retoño tampoco va, no quería levantarse y eso que ya eran pasadas de las 12, pero a jalones y todo despeinado me lo lleve, iba todo serio en el carro sin decir una palabra y pues yo iba medio nerviosa pensando que me podía hacer un numerito ahí en frente de todos por llevarlo a fuerza, pero afortunadamente no.
Llegamos a la Quinta y no sentamos a jugar a la Lotería, ya hacía un buen rato que no jugábamos, bueno al menos yo. Fue entonces cuando mi querido retoño comenzó a divertirse porque le iba muy bien gane y gane, primero comenzó con 2 tablas pero la rato ya tenía 6 y seguía ganando, y yo perdiendo. Ya cuando la comida estuvo lista dejamos de jugar y nos fuimos directito al asador para entrarle duro a los pollos asados que les quedaron deliciosos, además hubo quesadillas y chiles asados rellenos de queso, y la salsita les quedo súper rica, nada más de acordarme y con el hambre que traigo ya siento que la tripa se me alborota. Para bajar la comida nada mejor que una buena plática y enterarse una de todos los chismes que rondan por ahí. Pero apenas y si me iba sintiendo ligerita y que llega mi papá con unas tostadas con salsa directas de la parrilla, imposible resistirse a tal tentación, así que éntrale a la comedera otra vez. Ya me imagino con ese tipo de reuniones cada semana, entre que se me va el dinero jugando a la lotería y ganando peso con tanta comida, no quiero saber!!!!
Lo importante es que nos divertimos, comimos, nos reímos, comimos, jugamos, comimos, platicamos y volvimos a comer, para después despedirnos y dejar de comer.
Fue un buen domingo, lo disfrute.