Me gusta recordar cuando era niña, fui una niña feliz, aunque con sus detalles como todos. Mi principal problema era el sobrepeso, me acuerdo que mis tías se burlaban de mí, bueno ellas dicen que no era burla, pero cualquier niña de 10 años a la que le digan lo que a mí pensara lo mismo, que es una burla, una falta de respeto, algo desagradable. Pero bueno, de eso no me gusta acordarme, me gusta recordar las cosas buenas y divertidas, aunque todos dicen que era yo una niña muy aburrida. Me gustaba mucho ir a la escuela y ver la televisión, mi vida se iba entre eso la escuela y la tele. Mientras mis hermanas jugaban yo veía tele, mientras ellas discutían yo veía tele, si salían con los vecinos yo veía tele, pura tele. Mi mamá siempre me decía que ya dejara de verla porque me iba a quedar ciega y sin imaginación, que no iba a tener nada de creatividad y esas cosas. Lo de ciega, pues tal vez tuvo algo de razón porque mi vista no es muy buena que digamos, pero en lo de la imaginación creo que se equivoco, es mas ahora que recuerdo ella misma cuando me quedaba muy pensativa me decía que ya dejara de estar imaginando cosas, que me bajara de la nube en la que andaba, que me pusiera hacer algo de provecho.
Me gustaba coleccionar calcomanías y las pegaba en mis cuadernos y libros. Me acuerdo que había unas a las que les rascabas y tenia aroma.
Me gustaba todo lo de la escuela, hacer los mapas, responder los cuestionarios, hacer maquetas, resolver laboratorios y disfrutaba mucho los exámenes, y pues si, como dice mi adorado retoño, yo era una nerd, pero así era feliz, era algo que me gustaba.
A veces quisiera poder regresar a esa época, yo creo que por eso siempre estoy buscando la oportunidad de aprender algo, de tomar clases de algo, de tener un pretexto para comprar un cuaderno nuevo y llenarlo de calcomanías, de conocer gente y de sentirme un poquito niña otra vez.