lunes, abril 12, 2004

A veces no sé si la gente esta conmigo porque me aprecia realmente o simplemente porque les conviene o se les facilita mucho estar a mi lado, sobre todo en los momentos en que es conveniente moverte de un lado a otro de la ciudad. Esta es una idea que me ha estado rondando la cabeza las últimas semanas. Me siento cansada de andar llevando y trayendo gente de un lado a otro, no me importa el dinero pero no entiendo como nunca preguntan si necesito para la gasolina, o si a mi carro le pasó algo alguna vez que todos íbamos en él y que calló en un bache o algo así, ya sé que es mi carro pero creo que por amabilidad y educación al menos deberían preguntar, total lo más seguro es que yo diga “no te preocupes” pero así vería que se preocupan.
Me desespera esta maldita costumbre que tengo de no poder decir que no, cuando quiero decir no. Bueno tengo que reconocer que voy cambiando un poco y que ahora ya digo más NO, de los que decía antes, pero no son todos los que yo quisiera soltar.
Creo que soy una persona inteligente, que vale por si misma y no necesita hacer nada para ser aceptada, pero entonces porque esta maldita costumbre de querer complacer a todos. Me estoy cansando, me estoy hartando de ser así, ya no quiero, ya no puedo, ahora quiero que me complazcan a mi, que me vean, que se den cuenta de que no soy la mamá de todos, de que yo también quiero que me lleven y me traigan, de que necesito ayuda aunque no parezca, de que me siento usada y cansada, de que quiero hacer lo que me da la gana y no lo que me piden.
Estoy luchando contra un gigante que habita dentro de mi, quiero sacarlo de mi, quiero decir lo que me de la gana sin pensar en la reacción de los demás. Quiero pero no puedo, porque sigo pensando en los demás, maldita costumbre, cuanto tendré que luchar para sacarla de mi ?, ya no la quiero, me estorba, me cansa, me tiene harta.

No hay comentarios.: