lunes, noviembre 21, 2005

Nos vamos acercando al último mes del año, es que usamos como excusa para agarrar la fiesta, ya saben el maratón LUPE-REYES. Y también el mes en que hacemos un recuento de todo el año, lo bueno, lo malo, etc. Un mes con una mezcla de nostalgia, melancolía y alcohol que nos pone la sensibilidad y el sentimiento a 1000. No me gusta mezclar el sentimiento y el alcohol porque de eso solo resultan lágrimas, es como si fuera una forma de sacar lo que entra por la boca. Aunque también es liberador, el problema es que siempre se pierde el galmour. El año pasado diciembre fue el peor mes de todo el año, y lo fue tanto que ahora tengo miedo de que llegue porque no quiero recordar, no quiero sentir, no quiero llorar.

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