martes, octubre 18, 2005

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Como antes les he contado, no tengo un gusto especial para la música y el cine, a mi simplemente me gusta y ya, no conozco de géneros, directores ni nada de eso. Es más una cuestión de sentimiento, de hacer clic, y así puedo pasar de escuchar a la Sonora Santanera a Linkin Park o ver una película como la Naranja Mecánica a Legalmente Rubia. Y es justamente de esta última que les voy a contar algo. Una de las razones por las que me gusta es que es una comedia ligera, no hay nada de cosas extrañas ni asquerosas, es pues si digámoslo MUY ROSA. El domingo después del maratón de desveladas del fin de semana me quede en casita viendo películas y una de ellas fue justamente esta Legalmente Rubia, casi a la mitad de la película me llama una prima y esta fue la conversación:
Yo: Jelouuuuu (no suelo contestar así pero sabía que era ella)
Ella: qué onda, qué haces?
Yo: Viendo Legalmente Rubia
Ella: otra vez????
Yo: si, jiji
Ella: qué bárbara cuantas veces la has visto?
Yo: no sé ya perdí la cuenta
Ella: no pues si, ya sabemos que te gusta mucho, acá cuando la vemos la nena dice mira mi madrina
Yo: jajaja, ya de tanto que la veo?
Ella: no pero es que a parte si te pareces
Yo: ahhhh! ósea que todos me creen una rubia tonta (en tono de broma)
Ella: no es que muy seguido te vistes de rosa, caminas como ella, usas todo combinadito y nunca dices malas palabras
Yo: orale!

La conversación siguió en torno a la película y después a cosas de la vida real, pero me dejo pensando en algo que siempre me pasa y que digamos tiene un poco de similitud con esa película, y eso es que muchas personas se dejan llevar por la primera impresión.
La gran mayoría de mis amigos y gente que conozco siempre me ha dicho que cuando me ven por primera vez me tachan de fresa, sangrona, pedante, etc. Adjetivos nada agradables, algunos de ellos incluso se resisten en las primeras ocasiones a cruzar algo más que un saludo conmigo, pero conforme pasa el tiempo y me conocen se dan cuenta de que no es así. Esto es algo que recuerdo me pasa desde la secundaria, y pues debo confesar que se siente feo porque una se da cuenta de que le dan el cortón y no entiende por qué no se dan la oportunidad de conocer antes de rechazar a una persona. Con los años fui entendiendo eso y pues no me siento mal, ahora es algo que me da risa, y pues si la gente quiere darse la oportunidad de conocerme que bien si no, pues que le hacemos, quizás ambos nos estemos perdiendo de una bonita amistad, pero a fuerza ni los zapatos. Por ahí dicen la primera impresión es la importante, pero yo no estoy de acuerdo con eso, así que les sugiero que la próxima vez que conozcan a alguien y de entrada les caiga mal, le regalen un poquito de su tiempo y tal vez encontraran a un nuevo amigo.

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