Iremos por el camino, descalzos, tomados de la mano, sonriendo y algunas veces llorando. Pero juntos, sin soltarnos. Si te cansas, nos sentaremos en una piedra al lado del camino y dejaré que descanses tu cabeza en mi regazo. Con mi mano, la que queda libre, porque no te soltare nunca, jugaré con tu cabello mientras duermes. Cerraré los ojos e intentaré entrar en tus sueños, me quedaré callada para que no te des cuenta que estoy ahí, espiando tus sueños. Cuando despiertes, seguiremos caminando, juntos, descalzos, con los dedos de las manos entrelazados. Si sientes sed, te daré de beber de mis labios, calmaré tu sed con mis besos y después nos fundiremos en un abrazo para ver caer el sol. Veremos el cielo pintarse de rojo y después de negro estrellado, nos recostaremos en le suelo para ver las estrellas, las contaremos y dormiremos entrelazados, como si fuéramos uno solo y no dos. Al amanecer nos despertara el sol pare verlo pintar el cielo otra vez. Tú dibujaras una sonrisa en mis labios y yo, pintare un beso sobre los tuyos. Después, seguiremos el camino, juntos, descalzos y tomados de la mano. |
viernes, septiembre 03, 2004
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