El sábado me fui a Santiago a tomar las fotos de la boda de una amiga. Es la primera vez que tomo fotos de una boda, y si no lo había hecho antes es porque no me gusta tomar fotos por tomar, me gusta sentir cuando las tomo y en esta ocasión pues sentí un gran gusto tomar las fotos de mi amiga, que aunque no somos grandes amigas pues nos mantenemos en contacto.
Al principio me sentí nerviosa, sobre todo porque en la Iglesia no sabía si me podía mover por donde quisiera o tenía que respetar ciertas áreas, pero luego me fije que la persona que tomaba el vídeo se movía muy tranquilo por todos lados, así que ya se me fue el nervio con eso. No sé si las fotos sean lo que ella espera, a mi me gustaron. Trate de estar pendiente de los momentos especiales, pero con tanto amontonamiento es difícil tener el mejor ángulo, sobre todo que la luz del vídeo me estorbaba. Siempre he dicho que esto de la foto de sociales no es para mi, porque no me gusta estorbar a las personas, y me siento incomoda de andar de metiche, pero debo de confesar que disfrute mucho estas fotos, y me sentí feliz de ver las expresiones de los novios.Espero que mis fotos transmitan un poco de ese sentimiento y que sean muy muy felices toda la vida. |
lunes, octubre 11, 2004
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