miércoles, octubre 06, 2004


Deja que mis palabras se acerquen a ti como una caricia. Deja que se metan en ti, por tu oído y que lleguen hasta el límite de el sonido, donde comienza el sentir. Siente como cada una se posa dentro de ti como una mariposa, como extienden sus alas acariciándote, alimentándose de tu perfume, impregnándose de ti.
Déjalas vivir en ti, al menos esta noche. Por la mañana me las traes de vuelta, guardadas en un beso.

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