El pasado, pasado es y ya no quiero pensar en lo que quise fuera y no fue, no quiero atormentarme con más preguntas sin respuestas. De esto aprendí a llamarle a las cosas por su nombre, a decir lo que siento y pienso cuando lo hago, a obedecer las señales y hacer caso a mi intuición, a desconfiar un poco de la gente, a no dar todo sin recibir nada a cambio. Seguiré con mi vida y mi forma de vivirla, pero un poco más atenta a lo que hay a mi alrrededor, no quiero llevarme más sorpresas, pero tampoco quiero perder mi esencia, no quiero dejar de ser yo, no puedo permitir que alguien cambie mi forma de ser y de pensar. "Yo soy yo y no me parezco a nadie",diría mi abuelita, y yo digo "no soy perfecta, pero soy auténtica"