Los colores van regresando a mi vida. Después de unos días de blanco y negro, todo comienza a iluminarse. Aunque el blanco y negro me gusta porque hace sentir todo más intenso, más profundo, el color le da más alegría a la vida y eso también me gusta. Espero que los colores se queden aquí por muchos días, semanas, meses.
El fin de semana pinta bien, solo espero que no llueva porque no quiero terminar toda mojada el sábado que vaya al estadio, tengo pensado salir de ahí corriendo directito al Café Iguana para a disfrutar la música de Bersuit, y pues no quiero llegar como pollo remojado (está también es una expresión de mi abuelita), ya saben una que es vanidosa. Prometo la reseña del fin de semana. |
viernes, agosto 20, 2004
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